LONDRES.- Los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra, hijos del príncipe Carlos de Inglaterra y Diana de Gales, han dado el primer paso para poner fin a la disputa real con el magnate egipcio Mohamed Al Fayed al invitar a sus dos hijas al servicio religioso en recuerdo de Lady Di.
Los príncipes afirmaron estar "encantados" de invitar a Camilla Al Fayed, de 21 años, y su hermana Jasmine, de 25, al exequias en recuerdo de lady Di, que se celebrarán en Londres el 31 de agosto con motivo del décimo aniversario de su muerte, según informa hoy el tabloide británico "Daily Mirror".
Se trata del primer paso para acercar las congeladas relaciones entre la Familia Real británica y el propietario de los grandes almacenes "Harrods", vínculos que empezaron a deteriorarse tras la muerte del hijo de Al Fayed, Dodi, y la princesa de Gales en un accidente de coche en París en 1997.
Al Fayed llegó a acusar, dos años después, al duque de Edimburgo de estar detrás del trágico fallecimiento de la pareja.
Según una fuente de la Familia Real citada por el "Daily Mirror", se trata de "tender una mano a las hermanas de Dodi porque "los príncipes saben lo que significa perder a un ser muy querido".
"Ellos perdieron a su madre y las chicas a su hermano. No existe amargura por su parte, se trata de algo generacional", añade la misma fuente, tras subrayar que obviamente, el servicio religioso es más para su madre que para Dodi.
Los príncipes Guillermo y Enrique, de 25 y 21 años, respectivamente, elaboraron personalmente la lista de invitados para el recuerdo de Diana, que tendrá lugar en una capilla del Ejército cerca del palacio de Buckingham.
"El príncipe Guillermo y el príncipe Enrique estarían encantados de contar con su presencia y les mandan sus mejores deseos", dice la carta que los hijos del príncipe Carlos hicieron llegar a las hijas de Al Fayed, según una fuente cercana al multimillonario egipcio,