WASHNGTON.- La cadena estadounidense de TV "CBS" de EE.UU. estrenará en septiembre en horario de máxima audiencia un espacio que ya ha dado de qué hablar entre los padres, pues se trata del mundialmente popular formato "Gran Hermano" pero con niños de entre 8 y 15 años.
Esta semana los directivos de la cadena han defendido por activa y por pasiva el espacio al asegurar que todo es legal, y piden a los críticos que esperen a verlo para juzgarlo.
Bajo el título de “Kid nation” ("País de niños") los espectadores podrán ver a partir del 19 de septiembre cómo conviven un total de 40 niños en una casa situada en la localidad “fantasma” de Ciudad de Bonanza (Nuevo México).
Los niños deberán encargarse “sin adultos” de reflotar esa desértica ciudad, que fue una antigua localidad minera.
Los chicos regentarán desde un salón del oeste hasta una tienda, y cada tres días se reunirán todos para debatir cómo va “su gobierno”.
El espacio ya fue grabado entre abril y mayo pasados, y para poder participar en él los niños fueron sometidos a pruebas psicológicas, mientras personal médico y especializado estuvo pendiente de ellos las 24 horas durante los meses de grabación.
La crítica principal de algunas asociaciones de padres se basa en que la cadena les imponía excesivas horas de trabajo y en que no había supervisión adulta durante la grabación.
El productor ejecutivo del espacio, Tom Forman, explicó ayer durante la presentación en Nueva York de la programación de la cadena para este verano que en el terreno “legal nunca hubo ningún problema".
"No los hemos considerado ni metido en la categoría de actores, nos les dimos un horario, por lo que no hubo problema laboral alguno", agregó el productor para sacudirse las críticas de que se violaron las leyes laborales.
Según la nueva legislación estadounidense, un niño que trabaje en el sector del entretenimiento sólo puede hacerlo durante 18 horas semanales de lunes a viernes.
En relación con la supervisión adulta de los chavales, Forman explicó que había “desde pediatras hasta psicólogos infantiles” para estar al tanto de los jóvenes.
Unos niños a los que se les pagó la nada desdeñable cifra de 5.000 dólares (más de 3.600 euros) por su participación, además de 20.000 dólares (unos 15.000 euros) por la labor destacada cada semana de uno de ellos.
A las críticas, la cadena, que tiene los derechos en Estados Unidos del espacio “Gran Hermano” que va por su octava temporada, también ha refutado que no se producirán eliminaciones y que los niños han tenido la libertad de marcharse en cuanto querían del espacio.
Pero en una vuelta de tuerca sobre los concursos televisivos, el productor dijo que entre las razones de que los jóvenes fueran protagonistas de este espacio radica el hecho de que se “necesitan participantes que no hayan crecido” en ese tipo de programas.
En declaraciones a “Television Week", Forman aseguró que se ha tratado básicamente de rodar una “campamento de verano.”
Un miembro del equipo de rodaje del programa ha declarado bajo condición de anonimato que a los “niños les encantó” y que incluso "algunos se deprimieron cuando regresaron a la vida diaria.”
Otras fuentes también añadieron que salvo un caso en el que un niño se quemó levemente al cocinar “ninguno de los chavales se hizo daño durante la grabación del espacio.”
Pero mientras la prensa especializada y algunas asociaciones de padres se quejan de las características del programa, hay un tercer grupo que opina que, en última instancia, quienes tienen la culpa de todo son los propios progenitores por permitir a sus hijos participar.