TEGUCIGALPA.- Piezas de barro finamente elaboradas fueron encontradas en un sitio que se presume sirvió de intercambio comercial a varias etnias que vivieron hace más de mil años en el norte de Honduras, informó hoy la prensa local.
El hallazgo se registró en el sitio conocido como Currusté, entre San Pedro Sula -la segunda ciudad más importante de Honduras- y Choloma, según una publicación del diario Tiempo.
En opinión de expertos en arqueología e historiadores, Currusté habría sido un asentamiento en el que vivieron grupos de las etnias lenca, payas, nahuas y maya chontales, del período clásico tardío, entre los años 700 y 900 después de Cristo.
Investigadores y académicos de la Universidad de Berkeley (California, Estados Unidos)descubrieron las piezas hace unos pocos días y ayer se lo notificaron al secretario hondureño de Cultura, Artes y Deportes, Rodolfo Pastor Fasquelle.
Según el alto funcionario hondureño, las piezas están elaboradas en una pasta de barro, similar al encontrado en otros sitios del valle de Sula, en el norte de Honduras.
La encargada de las exploraciones en Currusté es la doctora Jeanne Lopiparo, quien dijo que entre otras piezas se encontró un fémur humano, que podría ser "parte de un entierro antiguo", añade el rotativo.
Pastor Fasquelle denominó con el nombre de "Diosa de Currusté" una pieza fragmentada que representa el cuerpo desnudo de una mujer cargando en sus espaldas los huesos de sus ancestros.
Agregó que las antiguas etnias consideraban el cuerpo desnudo de la mujer como símbolo de la fertilidad, la abundancia y la generación de la vida.
Otra figura es una representación de los genitales femeninos y a la vez una rana, imágenes que antes no se habían visto en otros hallazgos hechos hasta ahora en el valle de Sula.
Según el diario Tiempo, el ministro de Cultura, Artes y Deportes dijo que el anfibio representaba la vulva en las comunidades antiguas del sur de Centroamérica.
Lopiparo indicó que el sitio del hallazgo arqueológico pudo ser "un área de producción, porque se encontraron artefactos especiales y moldes para hacer figuras".
La experta estadounidense dijo que trabajan desde hace unos dos meses en la zona y que volverán en los próximos años para seguir con las investigaciones. El sitio, según Lopiparo, se mantiene bien preservado a pesar del saqueo de que ha sido objeto.
Currusté se localiza en el departamento caribeño de Cortés, donde existen al menos 700 sitios arqueológicos de los 6.000 que se registran en todo el país centroamericano.
La embajada de Estados Unidos ha financiado con unos 30.000 dólares la investigación de unos 70 montículos que se localizan en Currusté, algunos de los cuales datan del primer milenio de la era cristiana, según Pastor Fasquelle, quien indicó que desde hace un año se trabaja en el desarrollo arqueológico de la zona.