BOGOTÁ.- La XVII edición del Festival Internacional de Poesía de Medellín concluyó hoy con un llamado a la población a sumarse a un movimiento cultural por la paz de Colombia, que cuenta con el respaldo de intelectuales y escritores de distintos países.
Los poetas invitados leyeron sus obras en medio de aplausos del público, reunido en el teatro al aire libre Carlos Vieco de Medellín, que se ha convertido con el pasar de los años en un importante escenario para disfrutar de este género literario.
Este año, el evento reunió a unos 76 poetas de 53 países, quienes leyeron sus obras en plazas, parques, casas de cultura e incluso cárceles como la de máxima seguridad de Itagüí, en actividades que se iniciaron desde el pasado 14 de julio.
Fernando Rendón, director del festival, dijo a EFE que la propuesta al público es que la exigencia de la paz se haga a "través de la poesía y de las artes".
"Que formen parte activa de una manera permanente del movimiento cultural por la paz de Colombia", explicó.Señaló que de todas las ediciones, este es el festival "más extraordinario", pues tuvo un mayor número de personalidades poéticas.
Destacó que este año "el público ha crecido extraordinariamente, se han visto mucho más llenos los escenarios", en lo que calificó como una "reactivación" del festival, que tiene como trasfondo la búsqueda de la reconciliación en Colombia.
"Lo mejor para todos es la paz, aquí no cabe un desarrollo de la guerra porque se va a destruir la economía y se va a acabar la esperanza de este pueblo hermoso, este pueblo con un espíritu tan maravilloso y tan noble", añadió Rendón, al referirse a la situación del país.
En torno al festival, el poeta cubano Miguel Barnet se declaró "perplejo" por la participación del público. "He tenido un diálogo con el público, un diálogo muy profundo. Me piden poemas y cuando les digo que voy a leer cinco o seis poemas, me dicen que no, que lea más y esto es una cosa que realmente me maravilla, porque la poesía es la salvación de la especie humana", aseguró Barnet a EFE.
Sobre la paz en Colombia, su colega venezolano, Ramón Palomares, recordó una frase muy citada por figuras de la política y por gente del común en su país: "La paz en Colombia implica la paz en Venezuela".
"El propio festival conlleva una dignificación, un recuerdo, una condición emblemática de la nobleza y la dignidad del pueblo colombiano y de Medellín que históricamente en este proceso ha sido azotada", sostuvo.
Otro de los invitados a la clausura del festival fue el músico colombiano Francisco Zumaqué, quien compuso cuatro canciones para este evento, así como un grupo de niños que participó en los talleres de poesía.
Para su próxima edición, el festival, que recibió el Premio Nobel Alternativo en 2006, hará parte del "Movimiento de arte y poesía por la paz de Colombia", que ha difundido una carta de artistas e intelectuales a favor de la reconciliación, la cual cuenta hasta ahora con unas 1.200 firmas de apoyo, según los organizadores.