Quentin Tarantino ya prepara su próximo proyecto, ambientado en la Segunda Guerra Mundial.
AFP
NÜRBURGRING.- Quentin Tarantino no quiere dar demasiados detalles de su próximo proyecto, salvo que se trata de una película sobre la Segunda Guerra Mundial. "No puedo hablar sobre eso ahora o lo maldeciré. Hablaré cuando ya esté hecho", dijo Tarantino en entrevista con dpa.
Mientras disfrutaba como invitado del equipo Red Bull en el Gran Premio de Fórmula 1 de Europa, celebrado el domingo en Nrburgring, Alemania, Tarantino reveló sólo lo justo para mantener el interés del público: "Es una especie de 'spaghetti western' ambientado en la Segunda Guerra Mundial. No lo llamaré así, pero si tuviera un subtítulo, se llamaría: 'Once Upon a Time in Nazi-occupied France' (Érase una vez en la Francia ocupada por los nazis)", en referencia a la película de Sergio Leone, "Once Upon a Time in America" ("Érase una vez en América").
A Tarantino le gusta ir con sus películas más lejos de lo que se atreven otros. Desde que llegó al mundo del cine con "Perros de la Calle" ("Reservoir Dogs", 1991), dirigió una serie de películas que no sólo lo catapultaron al estátus de director de culto sino que además llevaron el cine independiente de Estados Unidos a las salas comerciales.
Sus películas -"Tiempos Violentos" ("Pulp Fiction", 1994), "Jackie Brown" (1997) y "Kill Bill" (Vol. 1/2003 y Vol. 2/2004)- tienen tramas complejas y son conocidas por su brutalidad y violencia explícitas.
Para Tarantino, la violencia en sus películas viene desde dentro. "Es el tipo de material que me atrae. El tipo de material que me gusta. Eso es el personaje y hacia ahí es hacia donde va la historia".
El director asegura que en la mayoría de las otras películas no se lleva a los personajes hasta el límite. "Para mí, la mayoría de las películas no va hacia donde debe ir orgánicamente. Siempre se detienen y siempre hacen trampa, siempre lo diluyen", afirma.
Tarantino afirma que él, en cambio, prefiere siempre ir más allá. "No hay lugar al que no pueda ir. No hay nada que mis personajes no puedan o quieran hacer. Hay un montón de cosas que quizá no harían si no está en su personalidad, pero si está en su naturaleza, lo harán. Yo no los censuraré", afirmó.
El realizador de 44 años afirma que los personajes de sus películas van más lejos que la mayoría. "Cuando veo películas definitivamente estoy más sediento de sangre que la mayoría de los demás cineastas que hay por ahí fuera, porque cuando veo películas siempre me pongo en el lugar de los personajes y para mí siempre se quedan cortos. No hacen lo que yo haría. Yo iría mucho más lejos", añadió.
En su último trabajo, "Grindhouse: Death Proof", estrenado en abril de 2007, Tarantino se sumió en una nueva dimensión cinematográfica: las persecuciones de coches.
La película trata de un asesino en serie que persigue y mata a sus víctimas con un coche y, a su vez, luego es perseguido por un coche. En un principio, iba a ser exhibida junto con "Planet Terror", de su amigo Robert Rodriguez, pero luego de que la idea fracasara en Estados Unidos, "Death Proof" fue estrenada en solitario en la mayoría de los países europeos.
Incluso aunque fue destrozada por los críticos estadounidenses y aunque recaudara menos de 12 millones de dólares en su primer fin de semana en las salas -costó 50 millones- Tarantino está feliz con su producto terminado. "Mis fans tienen que verla sí o sí porque es lo último que hice y estoy muy orgulloso".
Para Tarantino el mayor desafío fueron las escenas de persecuciones de coches. "Me encantan las películas de persecuciones. Para mí, una de las cosas más divertidas de 'Death Proof' fue de hecho intentar y hacer una de las mejores escenas de persecuciones de coches que se haya hecho jamás".
"Soy un gran fan de las escenas de persecuciones, de manera que ésta era mi oportunidad de probarme. No quería que fuera meramente un ejercicio, una buena persecución. Quería que fuera la mejor hecha jamás. Y si no era la mejor, al menos que estuviera entre las tres mejores", manifestó.
"Y fue muy apasionante porque no lo había hecho nunca antes. Tenía que aprender a hacerlo. Y ese es un lugar temible para ponerte como cineasta, pero es apasionante. Lo mismo pasó con 'Kill Bill'. Nunca había hecho algo de artes marciales antes, pero tuve que aprenderlo", aseguró.