SANTIAGO.- “A Prueba de Juegos”, la cuarta exposición de la curatoría 2007 titulada “Todo Hecho” de la Corporación Cultural Balmaceda 1215, agrupa 3 propuestas distintas que hacen referencia a un elemento lúdico, mediático e infantil.
Las 3 exposiciones remiten a los niños, sus héroes televisivos y su universo simbólico. De esa manera se crea una tensa la relación entre la implacable realidad donde el niño es un consumidor y su inagotable capacidad de imaginar y crear mundos.
En ese sentido, el artista audiovisual José Miguel Matamala presenta una intervención basada en un programa de televisión infantil ficticio en el que se le enseña al público a construir nada menos que unos chalecos bomba.
Por su parte, la dupla conformada por Jorge Opazo y Catalina Schiliebener proponen un enfrentamiento entre el niño real y los personajes de la serie animada japonesa Kinnikuman, enfrentamiento mediado por las estrategias de consumo que cuaja en los juguetes de Kinnikuman.
Finalmente María José Bustamante y Javiera Novoa presentan sus trabajos “Sucia escala” y “Juntos pero no revueltos”, una versión de un conocido juego: el rompecabezas y el mazo de cartas. Aluden de esa manera al uso de imágenes de la Historia del Arte que, desacralizadas, reaparecen en el sistema de consumo.
“A prueba de juegos” invita a observar el arte desde un punto de vista adulto como infantil. Pero también como un producto de consumo y un tema vinculado a la cultura y a la creatividad, subvirtiendo todos esos valores en un campo más lúcido para representar la guerra en los medios, el consumismo ilimitado o la violencia como habitual consumo infantil.
Durante sus ocho años de funcionamiento la Galería Balmaceda Arte Joven ha abierto un campo de experimentación e investigación para los artistas jóvenes. Durante todo este año su convocatoria titulada “Todo Hecho” refiere a la situación del artista contemporáneo que al revisar la historia del arte, incluyendo la posmodernidad, se encuentra con la sensación que lo nuevo ya no existe.