Lo mejor de su sexto disco sucede cuando Pearl Jam desiste de jugar al punk rock - una partida que nunca han ganado- y asume sin complejos su eterna vocación de vaquero solitario. Y cuando Matt Cameron, ex baterista de Soudgarden, contrarresta con contratiempos rítmicos la creciente monotonía que se ha apoderado de los sobrevivientes del grunge.
Marcelo Contreras