Acaso la mayor falacia de este álbum sea su supuesta madurez. Entre bases hip-hop y quiebres innegablemente pegajosos, la cantante estadounidense sigue obediente hacia sus productores, explotando un rato más su dudosa adolescencia con títulos que se pueden cantar sobre las notas ya aprendidas de "Crazy" o "Baby, one more time"
Marisol García