Con citas melódicas y/o líricas a legados históricos (Gloria Gaynor, Depeche Mode, Led Zeppelin) y una muy elegante construcción armónica, especialmente en las baladas (Singing for the lonely, Supreme), el ex Take That firma un disco interesante y muy grato de digerir. Eso, hasta que llega su insoportable versión en castellano de rigor, esta vez de la notable Better man: el mejor ejemplo de cómo estropearlo todo al final y en pocos minutos.
Pablo Márquez F.