Después de una tensa calma, que casi termina con la alianza musical entre Daniel Guerrero y Pablo Castro, La Sociedad vuelve a escena con los objetivos claros. Musicales y personales.
Porque ya superadas las diferencias de criterios de cómo afrontar la promoción de sus discos y ya desechada la posibilidad de hacer carrera en México, la dupla editó su quinto disco pensando exclusivamente en el público local.
Una seguidilla de himnos románticos, la mayoría de medio tiempo, donde los arreglos de bronces ("Tanta pasión") y los sonidos acústicos de sus guitarras ("Envidia") tienen la misma ponderación.
Al cierre, quizás como un homenaje al productor del álbum, Tito Dávila, ex integrante de Los Enanitos Verdes, llega una correcta versión de "Sumar tiempo no es sumar amor".
Así se pone la firma a un trabajo digerible, a ratos descolocador (como el sonido altiplánico de "Bailando en la calle"), pero muy coherente.
Pablo Márquez F.
