Del Sui Generis original, Sinfonías para adolescentes sólo rescata la mirada ingenua y acaramelada y una remozada versión del clásico Juan Represión (pavorosamente vigente). También conserva la voz de Nito Mestre, la mitad del dúo con Charly García, pero es difícil recordar ese detalle tras oír 19 canciones donde el personaje de García se impone sin contrapeso.
Pero aceptándolo como un nuevo trabajo en solitario del argentino, se puede afirmar entonces que ésta es, lejos, la mejor de sus entregas recientes, porque representa una versión acotada de las ideas que lo persiguen hace ya varios años y que pueden resumirse en la siguiente frase: en música popular, todo tiempo pasado fue mejor.
El disco tiene nuevas versiones para clásicos de Gene Clark - el fundador de los Byrds- , Todd Rundgren y James Taylor, y está producido siguiendo el patrón de los 60, es decir, superponiendo los instrumentos hasta formar una capa sonora densa y dramática.
El álbum tiene grandes momentos, canciones muy bonitas y muy bien interpretadas, pero agota como un día de playa a todo sol. Para melómanos, su audición es obligada. El resto del mundo puede esperar.
Paula Molina