En su regreso, concebido ambiciosamente como ópera rock, Manson parece más cómodo que nunca en su rol de engendro que encarna las más oscuras facetas de la sociedad occidental.
Pese al maquillaje y la imaginería satánica, la inquietante figura de Manson revela sus mejores momentos cuando la furia da paso a la calma.
En aquellos pasajes, hasta las tinieblas tienen su lado amable.
Marcelo Contreras.