A estas alturas del partido, Ricky Martin es mucho más que el nombre que denomina a uno de los artistas latinos más populares del momento. Hablar de Ricky Martin en la actualidad es hablar de una maquinaria enorme y ambiciosa que se ha planteado como objetivo nada menos que la colonización del mundo a través de la música.
Un objetivo que por muy ambicioso que suene, parece estar concretándose dada la evolución y el impacto que consigue Ricky cada vez que saca un disco o mueve algún músculo de su cuerpo frente a las cámaras o en vivo y en directo en cualquier escenario del planeta.
Primero fue latinoamérica, luego Estados Unidos, más tarde Asia y Europa hasta llegar a Oceanía con una estretagia de marketing poderosa e implacable.
Su último disco es la guinda de esta torta imperialista. Un disco en el que el galán latino del momento vuelve a incursionar en el spanglish y busca cualquier excusa para mover las caderas y logra, con creces, remover las hormonas de su público objetivo: las chicas.
En su nuevo trabajo Ricky abre con el single "She Bangs", que es una nueva oda a la lujuria y al desenfreno. Un ritmo esencialmente bailable con el que espera superar el impacto causado con "Livin la vida Loca" y en el que el joven portorriqueño cumple, sin demasiada creatividad, el sueño de cualquier varón con las hormonas bien puestas: "La dama de mi ajedrez/jugar conmigo es su placer/Porque ella es todas las mujeres en una mujer".
Como ya es habitual en el trabajo de Ricky Martin, la placa en su totalidad está principalmente orientada a las hormonas femeninas, más que a los oídos refinados. Mezclando temas movedizos matemáticamente construídos con una que otra balada de composición quirúrgica, sua andanzas con las chicas son las principales protagonistas de las canciones.
Si a esto se agrega una producción de primerísimo nivel y la eterna sonrisa de este ex Menudo, podemos afirmar con certeza que el trabajo imperialista de Ricky sigue por buen camino.
Probablemente con este disco Martin no va a lograr el mismo impacto que con "Livin la vida loca", pero con toda seguridad seguirá manteniendo hipntonizadas a las hordas de admiradoras en todo el mundo, multiplicando exponencialmente las ventas gracias a las amigas, de las amigas y a las niñas que dejan de serlo para entrar en la pubertad.
Adolescentes seguirá habiendo eternamente, y a Ricki Martin parece quedarle fuerza para mucho rato. Sin duda el negocio goza de buena salud.
Felipe Ossandón