Montaner es dueño de una fórmula probada en la canción romántica, con la que sabe echar pie atrás cuando está a punto de caer en la cursilería (aunque a veces trastabilla). Hace un par de años se dio el lujo de actuar al frente de la London Metropolitan Orchestra, y de esa experiencia sacó lecciones. Los segmentos orquestales de Sueño repetido son formidables. Potencialmente hay una respetable cuota de hits, aunque ninguno a la altura del emblemático Me va a extrañar. Es un eficaz artesano de melodías y a veces, de verdad, conmueve.
Marcelo Contreras