Primero, este disco suena increíble. Cuál es el mérito, se podría pensar. Pero ocurre que por alguna extraña razón las grandes estrellas españolas tienen una sonoridad estándar, que se quedó pegada en el frío sonido de fines de los 80. En cambio, en este disco se siente aquella tradición de grandes músicos de sesión que fueron sello en los cantantes hispanos de los 70. Segundo. Perales forjó una escuela lírica mancillada por autores centroamericanos amigos de la poesía barata y la moralina. Por eso con producciones como esta se valora el sentido de una buena historia (Es más joven que tú), o las opiniones propias del artista pero sin aleccionar (De no ser lo que soy). Un tipo con categoría.
Marcelo Contreras.