El primer disco desenchufado grabado en Chile - el 8 de febrero pasado en los estudios de TVN- tiene ese qué sé yo de las grandes producciones del género: intimidad, sonido notable y esa fidelidad intransable del público presente.
En ese ambiente, acompañado de una banda de 14 músicos, Fernando Ubiergo da vida a un disco entretenido, que repasa su historial en su cálido registro y, lo más importante, que innova y arriesga la tradición.
Por eso la versión blusera de "El tiempo en las bastillas" resulta tan sólida. Y el cambio de revoluciones de "Agualuna", transformada aquí en un susurro y con el grueso registro de Claudio Valenzuela (Lucybell) como invitado, también es todo un acierto. Y cuando a eso se le suman un largo listado de grandes éxitos y unos arreglos sobrios, el resultado no puede ser mejor. Casi perfecto, de no ser porque sólo dos transformaciones de canciones es una cifra muy mezquina para un artista tan versátil.
Pablo Márquez