Esa canción desgarrada que la mexicana Julieta Venegas puso en la banda sonora de "Amores perros" (2000) fue el mejor preámbulo: la misma proporción de intensidad y belleza está desplegada en su nuevo disco. Si "Aquí" (1997), su debut, es la música entrañable de una cantante todavía afín a Tori Amos o Fiona Apple, "Bueninvento" (2000) es Julieta en su propio país de las maravillas. Con el más impecable gusto conjuga una variedad de timbres de cuerdas, loops, maderas, acordeón, piano y guitarras de Alvaro Henríquez, y la forma en que modula entre unos acordes y otros es uno de los arrebatadores encantos del disco. Otro es la forma en que Julieta Venegas modula sus versos con una voz que sabe sonar fuerte o herida: con puras canciones buenas, este es uno de los discos indispensables del último año.
David Ponce
