El jamaicano que alguna vez entretuvo con "Oh, Carolina" y "Boombastic", dos de sus grandes hits en clave reggae, vuelve a las pistas para ofrecer más de lo mismo: un pop cadencioso, algo monótono, que tiene la virtud de contar con buenos invitados para la fiesta.
Porque si el registro de este trasnochado cantante puede llegar a aburrir por su monotonía, son las voces de apoyo en sus canciones y las citas a viejas melodías - "Angel in the morning", de Barbara Jones, y "Shake your body ("Down to the ground", de Michael Jackson)- las que hacen del disco algo relativamente entretenido. No mucho, es cierto, pero lo suficiente como para no querer asesinar a nadie. Así, qué más se puede pedir.
Pablo Márquez F.