Después de una pausa necesaria, tiempo invertido en arreglar algunos pasajes de su vida familiar y buscar nuevas canciones, el español nacido como José Capdevila Querol volvió a los estudios para editar su octavo disco, Nueva vida, una placa dispareja pero honesta.
Porque Sergio Dalma, sacándole buen partido a su patentada voz rasposa, no tiene vergüenza en lanzar frases tan cursis como cada rosa sobre el mar/es una mujer (Rosas sobre el mar) o en prometer amor eterno jurando por las patas de mi cama (No me digas que no).
Pero, con la misma fuerza vocal, es capaz de convencer con melodías y textos tan sobrios como el de Nueva vida (compuesta por el también cantante y productor del disco, Miguel Gallardo) o de la plegaria de ¿Quién me hará feliz?.
Y aunque conviene dejar pasar esos malos tics conceptuales a lo Ricardo Arjona (padre nuestro/ dame amor de mujer/ padre nuestro/ dame el pan de su piel, canta en Padre nuestro), Nueva vida cumple por su sobria producción, su buen sonido y un par de momentos que bastan para comprobar que Sergio Dalma no se quedó ídem después de tanto Bailar pegados. / P. M.