Intérprete de calidad, cantante de larga trayectoria, la puertorriqueña Ednita Nazario es uno de los referentes obligados de la música latina del norte de América. A ella recurría hace más de 20 años como ejemplo a imitar, cuando él aún era un imberbe integrante del grupo Menudo, el hoy famoso Ricky Martin. Hoy, Nazario sigue estando vigente: parece la madre de Shakira.
En este disco ofrece un material destinado a radios románticas. Principalmente baladas de amor, bien grabadas, perfectamente arregladas, correctamente interpretadas. Más unos cuantos valores añadidos, coherentes con el álbum y con lo que impera en la industria musical latina: una efectísima "Vida" (en inglés y en castellano) para bailar en plan discoteca al estilo Ricky Martin; "Cada vez", como la mismísima Shakira, su hija musical; "Porque hablamos", a dúo con Arjona, el autor del tema, y "Toditas mis penas", un cierre merengue-tecno que apela a las raíces de Ednita. Perfecto. Redondo. De consumo. Ideal para entretenerse y no pensar.
Jimena Villegas
