Cuando el lamento nasal de Nrü - el vocalista de Café Tacuba- se funde con los graciosos intentos del escocés por articular en castellano las letras de "Desconocido soy", queda claro que el ex cerebro de Talking Heads ama de verdad este lado del mundo.
En su nuevo trabajo, y una vez más, David Byrne se entretiene con los ritmos latinos, las percusiones predominantes, los arreglos de vientos y todas las variaciones que se pueden encontrar luego de un seminario de investigación sonora. Y el resultado es un disco entretenido, mucho más amable que su proyecto anterior, "Feelings" (1997), donde las melodías y el formato canción vuelven a reinar.
Quiero hacer que la gente baile y llore al mismo tiempo, dijo, en su página oficial en la web, el ya cincuentón rockero al momento de presentar su disco. Y aunque no se identifican muchos momentos para derramar lagrimones ("Everyone's in love with you", más bien, emociona en seco), sí dan ganas de moverse un poco con tan buenas construcciones pop como "Like humans do y "The moment of conception" (pariente de los viejos sonidos Talking Heads".Esta vez, Byrne puso el ojo en la bola y anotó.
Pablo Márquez