Luego del renacimiento de la banda con Crash (2000), su último y exitoso disco de estudio, las giras y las multitudes volvieron a ser pan de cada día para Jon Bon Jovi y sus amigos. Y dentro de esa fiebre se entiende la edición de este disco en vivo que rescata, justamente, los mejores momentos de la gira promocional del bendito álbum.
Y aunque hay momentos de satisfacción garantizada, como los riffs de guitarra de Richie Sambora en Keep the faith y la grata cadencia vaquera de Wanted dead or alive, en general se trata de una propuesta en bruto, donde el sonido no fue mayormente intervenido y, por lo mismo, a ratos resulta muy sucio.
Un dato que, es cierto, poco le puede importar a la fanaticada cuando la densidad de éxitos por minuto es tan alta.
Pablo Marquez