Suena la tensión dramática de una melodía de fondo y, con fuerza y un desgarro siempre bajo control, Gonzalo Henríquez recita unos oscuros y urbanos versos que ayudan a la construcción de imágenes difusas. ¿Rock poético? Qué más da, el punto es que el debut de González y los Asistentes atrapa y no suelta.
"Tuvo que ser el capitalismo la vorágine de esta rabia", escupe el músico en "Tuvo que ser tocado en Jukebox", poema adaptado de Allen Ginsberg y con música arreglada en base a una canción de Black Sabbath. Una muestra de fuerza y pasión en un disco que la desborda en todos sus cortes.
El notable homenaje de "¡¿Qué pachó?!" a "Yo la quería" confirman la sucesión del cuarteto en el legado rupturista que hace más de una década se escribía como Electrodomésticos.
Pablo Márquez F.