Este es un álbum fundamental. Mínimamente por tres cosas. Una: resume la discografía troncal de Víctor Jara, esa que refleja los elementos centrales de su propuesta social, mostrando - de paso- su iluminada capacidad de recrear la doliente identidad musical nuestra.
Dos: ofrece versiones no mostradas antes, versiones en vivo y cortes inéditos; entre otros, el instrumental "La remolienda: pieza uno" (1965) y un ensayo de "Paloma quiero contarte" (1961). Tres: fue hecha con mimo, es decir, lujo en la remasterización y acierto en la selección, que se despliega en dos discos. Nada sobra, todo sobrecoge.
Desde la cercanía de los clásicos ("Plegaria a un labrador"), hasta la ironía de canciones como "Ni chicha ni limoná", con una introducción hablada por el propio Jara. Desde su trabajo sobre textos de Miguel Hernández ("El niño yuntero"), hasta su labor como recopilador folclórico con el grupo Cuncumén ("Se me ha escapado un suspiro"). / J.V.