Las buenas bandas argentinas suelen ser un placer para los oídos. Lo tienen todo: tradición rocanrolera, fuerza, buen sonido. Ésta, a pesar de las enormes deficiencias de su vocalista, también.
No se ofrece en este disco - grabado en vivo en Obras Sanitarias- una propuesta nueva.
Por el contrario, el menú es sólo una magnífica colección de 23 destellos punk, generados a lo largo de una década de trabajo. Todo es vibrante, entretenido, machacón, sin descanso. Como debe ser: muy a lo Ramone.
Para los no aficionados puede resultar un poco brutal: (otra vez) Pertusi canta fatal. Pero si de pasarlo bien con un buen acelerón punkie se trata, aquí está la fórmula.
Jimena Villegas