Con una canción ya convertida en éxito de la temporada invernal, Ella es mi mujer, Pablo Herrera arremete en su nuevo disco con los efectivos y sobrios recursos de siempre: la balada elegante, el tono medio, las letras románticas y ese letargo que ha sabido convertir en gracia.
Con algunos intentos rítmicos (Estoy vacío) y bases programadas (Me encantas) algo más intensas como para matizar los lamentos de amor, la novedad de este álbum pasa más por la factura técnica que por la mirada artística: músicos de sesión de lujo (entre ellos, el baterista Vinnie Colaiuta) se encargan de que el romancero del chileno suene de verdad. Si hasta Beto Cuevas fue citado para apoyar, con su registro insinuante, la canción que da título al disco, Sentado en la vereda.
¿El próximo hit radial? Varios, pero nos jugamos todas las fichas por Yo nunca quise enamorarme. Corren las apuestas.
Pablo Márquez