El regreso del cantautor español tras el inadvertido álbum "Cada uno es como es" (1999) está poblado de esas historias en tercera persona acuñadas en canciones como "Sólo pienso en ti" o "Bailarina": con la parsimonia de sus 47 años, Víctor Manuel le canta a los hijos y a su padre ferroviario, a viajeras y aventureros, raya en la balada carcelaria y hasta recoge los antiguos versos españoles de "A la mar fui por naranjas", hoy vivos en forma de anónima cueca en la tradición oral chilena.
Para todo eso hace un dueto con Sabina y visita el reggae, la salsa, el rock y una fina orquestación de cámara como quien se prueba distintos pantalones en tonos crudos: este es un disco muy compuesto, pero hecho con toda solidez.
David Ponce