Jewel, con una fuerza hasta ahora inédita, pierde la relajante compostura de su habitual susurro para gritarnos en la cara que ya nada le importa. Su guitarra está que revienta en "Love, just leave me" (gran título) y la fuerza vaquera de este despecho tan notable remece de verdad.
La rubia tímida de Utah saca la voz con ganas en su nuevo disco y, aunque a ratos vuelve a su tradicional canturreo terapéutico, cuesta relajar los músculos con piezas tan contundentes como "Serve the ego" y "Everybody needs someone sometime".
Para sus fanáticos históricos, los que adoraron la suavidad de su debut, "Pieces of you" (1995), también hay cortes por el estilo. Baladas como "Break me" y "Till we run out of road", entre otras, le devuelven la aureola. ¿Algo más?: dos cortes en vivo extras, como regalo navideño.
Pablo Márquez