Podría ser Ricardo Montaner pasado por un lifting ("Tú", "Enamorados"). O un discípulo aventajado de la balada italiana ("Vuelve"). Pero no, es Douglas.
En su nueva propuesta de arreglos a lo Eros Ramazzoti - campanas incluidas ("No puedo olvidarme de ti")- caben también rumba ("En el nombre del amor"), unos toques latinos con acento en Santana ("No me mientas") y un dúo con coros en tono gospel junto a Daniel Guerrero ("Es preciso").
En general, todo está muy medido, aunque tiene la suficiente ligereza como para no parecer impostado. Douglas canta bien y no se sale del estilo (salvo en el flamenco de "De esa agua no beberé" que, fuera de regla, demasiado calculado y comercial, sobra).
Le acompañan en la apuesta un buen juego de coros, un órgano Hammond para dar atmósfera y unos arreglos de cuerdas que arrebatan.
Jimena Villegas.