La sobredosis es fuerte. Cuarenta grandes canciones para celebrar las cuatro décadas de furia de la banda de Jagger, Richards, Watts y de todos los que se fueron sumando en el camino.
Está lo básico, lo imprescindible, lo que no puede faltar en el hogar: "Not fade away", "Start me up", "Jumpin' jack flash". También los momentos menos destellantes pero más iluminados: "Pain it, black", "Tumbling dice", "It's only rock and roll".
Y la novedad, lo inédito, el justo y cumplidor esfuerzo fechado en 2002 como para confirmar que los viejos siguen con las ganas de siempre: "Losing my touch", "Keys to your love", "Don't stop" y "Stealing my heart".
La energía es impresionante. La discografía de los Stones es pura dinamita. Claro, hay vacíos, tropiezos, como la entendible tentación tecno de "I miss you" (1978) y la desabrida "Anybody seen my baby?" (que les valió un litigio con k.d. Lang).
Pero, bueno... Si veinte años no es nada, llegar a los cuarenta sí que es una gracia.
Pablo Márquez F.