Quitados de bulla.
La escena va así. Personaje melenudo, rockero y algo enojado enfrenta una carátula roja. El nombre de Weichafe inscrito en simples letras negras. Play. Algo pasa. Corren los segundos de la canción "Respiro la luz del sol", y la guitarra no distorsiona nunca y nadie grita furioso. Hasta suena tarareable. Dios, que no traicionen los mandamientos del rock duro. Pero en su segundo disco después de "Tierra oscura del sol" (1999), el trío chileno lo hace. Benditos sean por el sacrilegio, que alguna vez de eso se trató el rock.
Que las guitarras acústicas no sólo están para baladas, y que las citas al folclor no sólo deben ser parada obligada de covers aguachentos. No. El trío formado por Angelo Pierattini (voz y guitarra), Marcelo da Venezia (bajo) y Mauricio Hidalgo (batería) crece luchando contra aquellas raíces de riffs y solos de guitarra innecesarios. Todavía les cuesta y tropiezan de tanto en tanto, pero encontraron un camino. El temperamento y la honestidad les abrieron el paso (www.weichafe.cl).
Marcelo Contreras
