Tenemos disco para junio, la neblina y la lluvia. Si nadie avisa, imaginamos a esta banda caminando por algún paraje británico desolador. Pero no, son neoyorquinos. La genealogía rock los pone al lado de The Strokes por sonido, mientras que la prensa los emparenta con Joy Division. Es cierto, en particular la voz del cantante y guitarrista Daniel Kessler. Pero también podríamos agregar las esquinas de Radiohead (la batería de la hermosa "NYC" es casi un tributo a "Airbag", de "OK computer") y Kitchens of Distinction aparece en estas guitarras tristes y sus frases simples y demoledoramente evocativas. El resto - la batería certera, el bajo macizo- hacen de este disco un buen motivo para apretar el botón repeat del stereo.