Ahora se llama Juan Chills, pero es el mismo que antes firmó como Juan Bestia, Juan Sativo o Juan Pincel. Los alias de uno de los dos hombres de Tiro de Gracia (el otro es Lengua Dura) son otra prueba de longevidad del más persistente grupo de rap chileno, que en su cuarto disco tras "Ser humano" (1997), "Decisión" (1999) y "Retorno de misericordia" (2001) otra vez replantea su sonido.
Y de un modo regresa al origen. El productor del disco es Gastón Gabarró, ex integrante de grupos como Makiza, lo que lleva al equipo a la primera división del hip-hop local: Tiro de Gracia y Gabarró son veteranos de la DMS, pionero colectivo del rap de los '90, y con esa conducción el grupo perfila un discurso más explícito en asuntos sociales como el sexo, el género o la violencia. Aunque además de rapear Juan Chills sigue cantando como ya lo hizo en el disco anterior, el despliegue sonoro y latino de ese álbum se ha ido. Las bases de "Patrón del vicio" se oyen igual de finas, pero más económicas. Tiro de Gracia aprueba historia y economía con su nuevo disco.
David Ponce