Lo que más se extrañaba en los dos últimos discos de La Ley regresa en "Uno", y no tanto por la cita a antiguos timbres o modos interpretativos. Despojándose del exceso de recursos y confiando en la más simple de las formas compositivas- la de las melodías sobre una guitarra- el hoy trio chileno ha sido capaz de recuperar una calidez que se hace especialmente agradable en aquellas canciones construidas con lo justo ("Fuera de mí", "Amor y fe"), pero que cohabita con golpes de impacto no tan finos, restándole al álbum coherencia en su pretensión de despojo.
Marisol García C.