El grupo estadounidense es eficiente en reciclar las enseñanzas de Led Zeppelin, el punk rock y la psicodelia sesentera, todo aderezado con un interesante toque de extremismo conceptual aportado por el cantante Scott Weiland. Su nuevo disco los muestra ciertamente más crudos que en Tiny music... (1996) y que el excelente primer trabajo solista del cantante, 12 bar blues (1997).
Julio Osses