Para aficionados a la banda mexicana, este disco acústico es miel sobre hojuelas, con éxitos suavizados y buena tribuna para el secreto mejor guardado del grupo: su hábil percusionista Alex González. Hay correctas versiones de clásicos como Desaparecidos, de Rubén Blades; Te solté la rienda, de José Alfredo Jiménez, y un gracioso Se me olvidó otra vez, de Juan Gabriel.
