Lo más estimulante de este disco es el sencillo experimento interactivo que trae escondido: el antiguo hit de Shakira, "Estoy aquí", que ya parecía una versión dance de "I'll stand by you", de los Pretenders, se puede volver a cantar completo y casi sin dificultades sobre "Que vuelva", una de las nuevas melodías de la cantante colombiana. El cuarto trabajo de Shakira supera la monotonía de su antecesor ("Pies descalzos", 1995), pero no derrocha imaginación musical: es una mayoría predecible de pop de bases programadas y baladas semiacústicas con su característica voz, hecha de vibrato, apretada métrica y abundante falsete. Pero llega más alto cuando toma riesgos en "Si te vas", una melodía rockera que limita al norte con Alanis Morissette, en el atractivo arreglo de "Octavo día", en el bonito estribillo de la balada "Tú" y en lo mejor del disco: "Sombra de ti", una sorpresiva y melancólica canción de abandono en la que Shakira se despoja de tics y falsetes y muestra que es en el susurro donde se encamina hacia lo adorable.
David Ponce
