En la música de Sergei Rachmaninov (1873-1943) se produce una maravillosa conjunción entre la maestría en el dominio del piano y un irrefrenable impulso romántico.
Su concierto para piano y orquesta en re menor op. 30 es un patente ejemplo de lo anterior. Esta versión está a cargo del joven pianista ruso Arcadi Volodos, acompañado por la Filarmónica de Berlín, dirigida por James Levine. A pesar de algunas carencias expresivas, destaca el despliegue técnico del virtuoso solista y la excelente respuesta orquestal. Sin embargo, esta última se ve disminuida por un desempeño un tanto impersonal de Levine y por una desbalanceada superposición del piano en la grabación en vivo.
El disco se completa con obras para piano solo de Rachmaninov y una estupenda transcripción del andante de su sonata para violoncello y piano op. 19, escrita por Volodos.