Las sinfonías de Franz Schubert (1797-1828) constituyen, con justicia, uno de los ciclos más populares jamás compuestos. Sin embargo, esta gran aceptación tardó en llegar. Durante mucho tiempo, Schubert fue valorado sólo como un creador de buenos Lieder. El director Roy Goodman, a cargo de la Hanover Band, es el firmante de esta interpretación historicista. Logra versiones de un gran atractivo general, entre las cuales destacan especialmente la segunda, la tercera, la quinta y la sexta. No obstante, otras, siendo interesantes, sufren de metales rudos y ciertos desbalances madera-cuerdas, que no son ciento por ciento achacables al uso de instrumentos de época. En todo caso, donde nadie le gana a este ciclo es en el precio. Se pueden comprar los cuatro compactos casi con lo que cuesta la novena por Brüggen y la Orquesta del Siglo XVIII.