Jacqueline du Pré pertenece con justicia al mundo de los mitos musicales. A pesar de que la esclerosis múltiple acabó con su carrera y su vida, con sus discos triunfa sobre la muerte y el olvido.
Ahora aparecen estos dos conciertos grabados en vivo. El n 1 de Saint-Saëns con la Orquesta de Filadelfia y su marido, Daniel Barenboim, en el podio, registrado en 1971, fue una de sus últimas apariciones. Y un documento glorioso: el concierto de Dvorák con la sinfónica de la Radio de Suecia, bajo la batuta de Sergiu Celibidache, de 1967, cuando estaba en la plenitud de sus facultades.
Invaluable por su contenido musical y humano, este CD incluye un fuego incontrolable atizado por un director genial (en el de Dvorák) y la entrega de una cellista (en Saint-Saëns) que sigue luchando con denuedo, cuando sus dedos ya le empezaban a avisar que algo andaba mal. Este CD pone la piel de gallina.
Pablo Arce C.