Más allá de sus evidentes atributos como pianista, el valor agregado de Danilo Pérez está en ser centroamericano.
Esto le ha permitido embarcarse en una propuesta de latin jazz, que supera con creces las germinales formas que desarrollaron artistas como Machito, Gillespie o Tito Puente.
Lo de Pérez no es solamente la mezcla de claves bailables con improvisación, sino una académica, fina, renovada e inteligente combinación de las estructuras jazzísticas con los ritmos afrocaribeños de raíz.
Inspirado por los sonidos de su Panamá natal y acompañado por los nombres más promisorios del sello Verve, entre ellos la cantante chilena Claudia Acuña, el artista deja en claro en los 13 cortes del disco sus capacidades como compositor.
L. F. G.