Leila Josefowicz, norteamericana de 22 años, otrora niña prodigio del violín, visitó Chile el año pasado. Aquí, acompañada en piano por John Novacek, desde el primer pasaje engancha, prende, salpica y mantiene alerta. Avanzados diez temas, sin embargo, el alarde comienza a incomodar. Innegablemente virtuosa, la ostentación de Josefowicz en el violín busca demasiado protagonismo. El disco es perfecto para no dormirse en un taco y estupendo para una visita a la american music. Pero si se trata de oír la plenitud de matices de un Gershwin en los arreglos de Heifetz, la juvenil destreza no.
P.G.