De la celebérrima sinfonía "Del nuevo mundo", de Dvorák, existen incontables grabaciones. Ahora es el turno de Nikolaus Harnoncourt al frente de la extraordinaria orquesta del Concertgebouw, de Amsterdam.
Desde un comienzo queda claro que esta no es una novena más. El registro en concierto público, con la magnífica acústica del Concertgebouw, da cuenta de una gran noche en la que un director fue capaz de sacar nuevos brillos a una obra tan conocida. Hay infinidad de sorpresas, pero nunca peligra la coherencia.
P.A.C.