Desde Stéphane Grapelli en la década del '30, probablemente sólo Jean Luc Ponty y Jerry Goodman, en los '70 y '80, habían logrado darle relevancia al violín en el ámbito del jazz.
La aparición en 1995 de la violinista Regina Carter resultó entonces más que novedosa en el medio jazzístico, tanto por ser mujer como por su personal y refinada técnica.
En "Motor city moments", placa inspirada en las sonoridades de su natal Detroit, la joven artista confirma sus dotes como solista interpretando, junto a una excepcional agrupación, temas propios y algunas tradicionales piezas compuestas por los músicos más emblemáticos de esa ciudad (Stevie Wonder, Thad Jones, Marvin Gaye).
Carter extrae de su instrumento un impecable sonido y notables improvisaciones cargadas de swing.
Luis Felipe González