Para un carrusel o un crucero por el Caribe es perfecto el nuevo disco del violinista holandés. Todo suena enchufado, hasta lo que no lo está, despojado de su naturaleza. Desde "Clavelitos" y "España Cañí" hasta "Carmen" y "Guillermo Tell". Sí sirve para saber que la célebre "Canción del adiós" se llama "Auld lang syne", es escocesa y se conoce como "El vals de las velas".
Juan Antonio Muñoz