Si usted todavía no escucha a la soprano Dawn Upshaw es hora de que lo haga, porque lo que propone esta cantante no es habitual: lo que ella ofrece es música e ideas expresivas. Ya antes lo había hecho con Canteloube, Debussy y Gorecki.
Su material frágil pero sustentado en una técnica fuerte está aquí al servicio de la cantata Mein Herze schwimmt im Blut (BWV 199), de Johann Sebastian Bach, y ocho partituras de Henry Purcell, en las que despliega sutileza, ternura y bien decir, y en las que nunca olvida el sentido musical de las palabras.
El disco completo es de un refinamiento pocas veces visto, pero sobresalen el entrañable Music for a while (texto de John Dryden); Hark! How all things, miniatura perteneciente a The fairy queen, basada en Sueño de una noche de verano (Shakespeare); An evening hymn, de calmo y feliz reposo, y la cantata The blessed virgins expostulation, compleja en lo musical y un verdadero desafío interpretativo sobre los encontrados estados de ánimo de la Virgen tras perder a Jesús en Jerusalén: de ahí el título del disco, Angeles ocultan sus rostros, porque María clama a Gabriel, quien parece no escucharla.
Juan Antonio Muñoz H.