Un viaje de lo religioso a lo profano, en dos partes de un sugerente contrapeso propone Víctor Alarcón y su Coro Bellas Artes. La primera, religiosa, inicia con Heitor Villa-Lobos ("Misa Sao Sebastiao", "Bendita sabeidoria") y cierra en el posmoderno y joven compositor Carlos Zamora. Por novedad, lenguaje y sugestión, "Tenebrae Factae Sunt" es, lejos, lo más notable del disco.
Si alguna vez oyó que la música chilena es rapsódica, que inicia y jamás resuelve, Zamora está muy lejos de eso. Arreglos corales de temas de Violeta Parra y Víctor Jara anticipan el otro extremo en el repertorio.
Pedro Galindo