Al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Stuttgart, Sir Roger Norrington parece querer aplicar su aprendizaje en el ámbito de la interpretación históricamente informada a la primera sinfonía de Elgar. Los resultados, sin embargo, no aparentan darle la razón: construcción irreprochable, pero carencia de vuelo expresivo. El disco se completa con una aséptica versión de la obertura de "Los maestros cantores de Nuremberg", de Wagner.