Postales de un beatle enamorado. Paul McCartney suena urgente en "Lonely road", con un bajo punzante y un ritmo agitado, pero apenas termina la primera canción de su nuevo disco, "Driving rain", el ex beatle retoma la calma y se arma de sus notables y clásicas melodías. El hombre ya no está en edad para arreglos coléricos.
El McCartney que queremos llega, por cierto, con la suave belleza de "From a lover to a friend", la entrega de "I do" y la intensidad de "Magic", una trilogía con las mejores canciones románticas compuestas en el último tiempo por el bajista más famoso del mundo.
Un hombre que puede coquetear con el soul ("Tiny Bubble"), con el especiado sonido de la India ("Riding into Jaipur") y hasta con el country ("Your way"), sólo para agregarle colores a su propuesta. Una mirada tranquila, pero capaz de sorprender con arranques lúdicos, quiebres de voz y mucha seguridad.
Sólo para fanáticos: el disco incluye, como bonus track, la canción "Freedom", compuesta por el inglés una semana después de los atentados terroristas en Estados Unidos.
Pablo Márquez F.