En 1998, con el brillante libro "Rostros y rastros de un canto", el fotógrafo Antonio Larrea y el poeta Jorge Montealegre reconstruyeron en imagen y texto la Nueva Canción Chilena, movimiento florecido en Chile en los años '60 y proscrito tras el golpe de Estado de 1973. Cinco años después, estas dos colecciones de discos completan la historia.
El compilado "Nueva Canción Chilena" junta en tres discos a 25 autores, algunos muy grandes como para entrar aquí: de Violeta Parra y Víctor Jara sólo caben algunas canciones imprescindibles, como "Gracias a la vida" y "Te recuerdo Amanda". Pero la mayoría de estas figuras sí admite ser antologada. Rolando Alarcón aparece en sus vertientes folclórica y social (con la cueca "Si somos americanos"). De Patricio Manns, "Arriba en la cordillera" resume todas sus facetas en un himno capital. Ángel Parra se oye combativo en "Cuando amanece el día" y "Me gustan los estudiantes", y tanto Quilapayún como Inti-Illimani figuran, pese a su longevidad, con música de antes de 1973, además de artistas como Héctor Pavez, Charo Cofré, Tiemponuevo, Aparcoa o los Curacas. Incluso se abre a otras expresiones de la época como el aire chascón de los Blops, Los Jaivas y Congreso y hasta el rock de Frutos del País y Los Mac's, que comparten con la Nueva Canción sólo el contexto. Y no todo es pre-'73: Illapu, Tito Fernández, Osvaldo Gitano Rodríguez y el satírico Payo Grondona cruzan esa frontera.
David Ponce
